lunes, 15 de junio de 2015


PROLOGO:

El conflicto armado, la descomposición social y las graves consecuencias en la salud, alimentadas alrededor de las drogas ilícitas,  sumado a ellas la difícil situación de prevención y control, hacen de éstas un problema muy complicado para dar solución. Los estamentos de seguridad se quedan cortos a la hora de prevenir cualquier brote o nacimiento de una nueva organización criminal, ya que los bandidos utilizan  todas sus argucias y todos los medios para tratar de evadir   los cercos que se tienden en la captura y decomiso de sustancias prohibidas.   La droga se ha convertido en un negocio muy jugoso, rentable; que pone en tela de juicio la metodología con la que se trata de parar este flagelo.  Hoy no sólo cobija la clase media o alta como consumidores, ha traspasado las mismas barreras, añadiendo un círculo  de personas y personalidades que inescrupulosamente se van metiendo por el camino en el negocio barriéndoles indiscriminadamente sin contemplación. No hay esfera alguna que no se haya salvado, públicas y privadas sufren el acoso de una propuesta indecente que algunos terminan aceptando complacientes la facilidad con la que se vende el proyecto;  la urgencia para adquirir dinero de la noche a la mañana hacen tomar una equivocada decisión.     Los índices del consumo aumentan, la factibilidad y posibilidad de entrar perico por los aeropuertos es más beneplácito por  la inventiva del inescrupuloso que contrata una persona para que se convierta en transportista, mula. Si descubren la perica en  el champú, lo pondrán en pasta de dientes, o en todos los líquidos, perfumes y licores; como en muñecos, souvenirs, revistas,  alimentos entre otros.  Pero sin lugar a dudas los más comerciales las ingestas, maletas, y ropajes.

    La dificultad de los gobiernos para consolidar un plan coordinado con todas las fuerzas de seguridad con los países implicados para contrarrestar la importación y exportación del alcaloide es cada vez un panorama flaco y desnutrido.  Las políticas contrarrestadoras de  castigo y penalización han hecho agua y hazmerreír de los grupos delincuenciales, observándose a nivel mundial que estas políticas ya no son suficientes. Si dan, con las pesquisas de una banda en particular, con toda la cuadrilla tras las rejas; cinco, diez o veinte personajes que continuarán abarrotando las cárceles de los países productores y consumidores, pero aun así, no desaparece tal pandemia. Se captura  una mula y nacen tres; asesinan un narco y, nacen cuatro. Muerto el rey, viva el rey.

El director de la policía colombiana, General Rodolfo Palomino dijo en un certamen de entrega del informe, “Análisis situación del narcotráfico”  <Una perspectiva policiva> (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, y Perú), lo siguiente: los policías del continente reconocieron “la necesidad de trabajar de manera más coordinada, toda vez que los fenómenos que se ciernen sobre el derecho a la seguridad son cada día mayores y más difusas”.  El alto oficial calificó como “complejo” el  tráfico de drogas, instó a los gobiernos comprometidos a meditar sobre dicho asunto. Sostuvo: “el requerimiento de un compromiso del sector público y privado, en especial del área del conocimiento, comprometiéndose en presentar nuevas alternativas científico-académicas  que, desde el ámbito del saber y la sabiduría, se aproxime a esta problemática”. En esa misma reunión del informe, la embajadora de la Unión Europea en Colombia, María Antonia Van Gool, aseguró que el tráfico de drogas se nutre de la “insuficiente cooperación internacional; las incoherencias internas de las normativas, los obstáculos políticos y administrativos de los gobiernos en cuestión; sumado a esto, el desgobierno de los mercados financieros globales”.



De estas dos apreciaciones recientes, podría suponer que es urgente manifestar nuevas alternativas que  salgan al paso a tan espinoso asunto. No es solamente  con reprimendas y la ley verdadera con la que se pueden combatir a un  aventurero, o a un facineroso que le dio de la noche a la mañana por convertirse en capo; o a un jefe de banda delictiva de narcóticos pudrirlo con cuatro o cinco cadenas perpetúas.
No es sólo  en la distribución y/o comercialización donde debemos poner el ojo.  Existe cualquier cantidad de  soluciones que llevarían a contrarrestar, que en las cárceles suramericanas  se rebosen  de reos casi todos por tráfico de drogas ilícitas. No  es posible que haya tanto hacinamiento y tanta precariedad, entrecomillas, con la insuficiente respuesta, que; “se merecen eso y algo más”. Igualmente no podemos tolerar que una persona de bien caiga en tan desafortunada suerte de entrar por primera vez en presidio y conviva por cinco, diez o más años con enfermos mentales y alimañas de toda estirpe.
Según el informe de  AMERIPOL (comunidad de Policías de América), que dirige el mayor General  Palomino López, y de datos de Sanidad, Justicia  y Exteriores, 54 países conviven con el dilema de drogas ilícitas, unos como productores, comercializadores, y otros como consumidores. En los últimos cuatro años el decomiso por tráfico   de sustancias alucinógenas viene en aumento, se ha incrementado en un 33%.  Las detenciones en  aeropuertos  españoles por países en 2013: 51%  ciudadanos suramericanos; 33% de países europeos, 8% africanos y 4% de ciudadanía norte americana y Asia.
   
Según el último balance de  AMERIPOL 2013, se ha decomisado cocaína en aeropuertos europeos en  2012: España 611 kg, Italia 93 kg, Francia 53 kg, Holanda 33 kg; entre otros países con menor consideración. En países productores y comercializadores como el caso de Colombia, datos de 2012 revelan que más de  19.000 personas fueron retenidas en diferentes aeropuertos del mundo relacionadas con el tráfico de drogas ilícitas, y un promedio de 800 kg incautados en  aeropuertos colombianos. México, por ejemplo muestra un informe donde confiscó 1.300 kg, en el primer trimestre de 2012, en 2011 arrestó 10.979 personas mexicanas y 218 extranjeras por delitos relacionados con  tráfico de estupefacientes. Estamos hablando sólo de decomisos en aeropuertos  del microtráfico con courrier´s o personas preparadas para tal fin. No estamos hablando de un global general, ni de incautaciones por barco y otras modalidades a gran escala,  que es otro escándalo; sólo estoy pincelando con el tema que me ocupa, y que cuento a través de  Jesús Horacio Palomeque Cifuentes, un drama real.

Jesús Horacio, un hombre del montón, como cualquier parroquiano, un infortunado  al que  le sonó la idea, por motivos económicos y circunstanciales, de querer vivir un poco mejor;  de las ganas de cambiar de empleo ya que la venta de billetes de lotería no le alcanzaba ni para pagar el recibo de los servicios públicos. Siempre tuvo la idea de irse en busca del maná al extranjero.  Así es que una tarde, recomendado por un primo lejano, decidió aceptar una propuesta(servir de correo humano -mula) pero  el destino le jugó una mala pasada. La narración cuenta muy  por encima una síntesis de lo que el dinero facineroso y las ganas de salir de la miseria, tientan, y llegan a un desprevenido,  con los antecedentes que aquí despliego.